El camino hacia la salida a bolsa
Klarna se fundó en 2005 en Estocolmo con un objetivo simple: hacer que las compras en línea sean más convenientes gracias al pago diferido. Poco a poco, logró construir una marca global que llegó a millones de clientes y amplió su cartera para incluir tarjetas de débito y cuentas de depósito.
Pero la historia no se trataba solo de crecimiento. En junio de 2021, la valoración de la compañía se disparó a la asombrosa cifra de $ 45.6 mil millones, una ronda de inversión liderada por SoftBank y considerada por muchos como una estrella europea de Fintech en ese momento. Un año después, sin embargo, llegó una dura caída. La desaceleración macroeconómica y la incertidumbre tras el conflicto militar entre Ucrania y Rusia impulsaron el valor de la empresa en un 85% a solo 6.700 millones de dólares. Los meses siguientes estuvieron marcados por medidas de reestructuración y austeridad. La tan esperada salida a bolsa incluso tuvo que posponerse en la primera mitad de 2025, tras el anuncio de aranceles recíprocos por parte de la administración del presidente Donald Trump.
Parámetros de oferta
Actualmente, Klarna finalmente ingresará a Wall Street. La oferta pública inicial incluye un total de 34,3 millones de acciones con un rango de precios de 35 a 37 dólares por acción, valorando a la empresa en alrededor de 14.000 millones de dólares en el límite superior. De estos, 5,56 millones de acciones representan nuevas emisiones, mientras que la mayoría, aproximadamente 28,8 millones de acciones, serán vendidas por los accionistas existentes. Por lo tanto, la compañía puede recaudar hasta $ 1.27 mil millones. Lo que le da a esta OPI la debida seriedad y confianza de los inversores es que los gigantes de la inversión Goldman Sachs, JP Morgan y Morgan Stanley están participando en la transacción como corredores conjuntos. [1]
Rendimiento y resultados
A pesar del regreso a la trayectoria de crecimiento, Klarna sigue siendo deficitaria. En el segundo trimestre de 2025, la empresa logró unos ingresos de 823 millones de dólares, lo que supone un aumento del 20% interanual. Al mismo tiempo, sin embargo, reportó una pérdida neta de USD 53 millones. Para los inversores, la OPI no se trata solo de números, sino también de la cuestión a largo plazo de la confianza en si Klarna puede encaminarse permanentemente hacia la rentabilidad. Sin embargo, el precio de las acciones resultante se forma de manera mucho más completa que solo si la empresa es deficitaria o rentable, lo que significa que en un futuro cercano, el éxito de Klarna en la bolsa de valores también puede verse impulsado por otros parámetros fundamentales, como un aumento constante de las ventas y un plan claro de expansión.
Relevancia para el mercado
La historia de Klarna es emblemática de todo el sector Fintech. Un rápido crecimiento impulsado por los bajos tipos de interés, seguido de un período de declive en un momento de incertidumbre geopolítica y económica, y ahora la búsqueda de una nueva estabilidad. Si su debut en Wall Street tiene éxito, puede enviar una señal de que los inversores comenzarán a confiar cada vez más en las Fintech europeas, y que el modelo BNPL tiene un futuro brillante por delante. [2]
[1,2] Las declaraciones prospectivas se basan en suposiciones y expectativas actuales, que pueden ser inexactas, o en el entorno económico actual, que está sujeto a cambios. Tales declaraciones no son una garantía de rendimiento futuro. Implican riesgos y otras incertidumbres que son difíciles de predecir. Los resultados podrían diferir materialmente de los expresados o implícitos en cualquier declaración prospectiva